lunes, 21 de enero de 2013

Diferencias entre los Lanzadores de Hechizos

A aquellos quienes, como a mí, les encanta zambullirse en las tierras imaginarias de los libros de fantasía -y por qué no, de vez en cuando en una que otra serie de zombies-, habrán notado que las palabras "mago", "hechicero" y "brujo" son usadas como sinónimos. Sin embargo, eso no ocurre en Las Gemas Elementales, por lo que muchas veces alguien me pregunta cuál es la diferencia entre uno y otro. Bueno, he aquí la explicación.

Los Magos son aquellos quienes han elegido aprender a dominar la magia mediante su estudio. Se necesitan varios años de considerable esfuerzo y dedicación para manipular la energía mágica de forma satisfactoria, y no es de extrañar que los Elfos sean quienes más han avanzado en este campo -aunque muchos humanos nada tienen que envidiarles, como lo demuestran varios héroes de la antigüedad-. Los magos han aprendido a manejar la energía mágica que llevan en su interior y a moldearla en la forma que ellos desean sin perjudicar a otros.

Los Brujos también tienen que estudiar para alcanzar el dominio de la energía mágica, sin embargo, no son personas a las que les guste esperar o esforzarse, así que encuentran métodos menos... ortodoxos, para aumentar la energía mágica de la que disponen. El más conocido es la ingesta de irelio refinado, lo que por supuesto ha hecho que muchos brujos presenten marcas físicas de la continua exposición al poderoso mineral, ni hablar de la adicción que provoca. Hay otras formas más desagradables aún, pero permanecen en secreto, no sea cosa que a algún estudiante con más agallas que cerebro se le ocurra experimentar con ellas.

Finalmente, los Hechiceros son seres que pueden manipular las cuatro energías elementales básicas -fuego, agua, tierra y aire- sin recurrir a conjuros. Si bien usan su energía mágica al igual que los magos, ésta es mucho más vasta, lo que les permite usar sus poderes durante mucho más tiempo, pero no pueden manipular esa energía para hacer conjuros de otras clases -para ser justos, tampoco les importa demasiado, pues quien puede hacer estallar cien bolas de fuego en tu cara no piensa en estudiar un conjuro para inmovilizarte-. Lo que en la comunidad mágica se llama el Don del Hechicero hace referencia al hecho de que un hechicero no se hace; nace. Sólo los Humanos y los Elfos pueden ser hechiceros, y sin bien se cree que puede estar ligado a la herencia familiar, rara vez se ha podido comprobar algo.

Ahora ya saben las diferencias entre uno y otro, así que la próxima vez que terminen colgando de los pies a cinco metros del suelo por llamar brujo a un mago, no digan que no se los advertí.